Saturday, November 22, 2008

Pescar


Hace ya 2500 atrás, Confucio manifestaba en uno de sus cuatro Libros Clásicos, "Analectas": "Dale un pescado a un hombre y lo alimentarás por un día. Enséñale a pescar y lo alimentarás toda su vida”.

Esta frase siempre me llamó la atención, pero nunca le tuve más presente, ni la sentí más vivida que en este momento. Ciertos acontecimientos recientes me han hecho tomar esa enseñanza como un modo de actuación.

Primero, tuve la oportunidad de el jueves 13 recién pasado asistí a una Casa de Acogida en la comuna de Estación Central para realizar una presentación sobre mi experiencia en el Sudamericano de Volei que se disputó el año pasado. La "audiencia" era la Selección Nacional de Fútbol Calle, que en cuatro días más parte a Melbourne, Australia, a disputar la 6ta versión de la Homeless World Cup.

Creo que esta experiencia me deja un gran aprendizaje en particular, y que podemos extrapolar a nuestra vida diaria, así como a nuestro trabajo: cuando ayudemos, hagámoslo con el sentido de enseñar y abrir posibilidades en la cabeza, y no sólo en la "vida real". La primera barrera para el propio desarrollo siempre es la cabeza. El creer que no se puede, o que lo que nos pasa "es así, y siempre ha sido así". La superación de la pobreza no pasa sólo el acceso a una casa digna y bienes materiales en general. Pasa, primero, por enriquecer las propias capacidades y darse espacio para las posibilidades.

Creo que esa es nuestra pega, no sólo al momento de ayudar a otros, sino que también es una responsabilidad como encargados de rentabilizar el Capital Humano. En otras palabras, debemos abrir posibilidades para que cada persona no sólo haga mejor su trabajo, sino que también lo haga con mayor alegría y responsabilidad.


Segunda experiencia. Hace ya cerca de un mes que tengo la fortuna de tener un equipo de trabajo. Ha sido una experiencia tremendamente desafiante y enriquecedora. Al mismo tiempo, he sentido la auto-presión de ser un buen jefe. Apoyar, retroalimentar y exigir superación ha sido lo que he intentado hacer. Pero por sobre todo, dar autonomía. Creo que dar la posibilidad de pensar las cosas, de hacerlas y de autoevaluarlas es mucho más potente que escuchar lo que “hay que hacer” y hacerlo de la manera “que mi jefe dijo”. Por lo mismo, no me importan los errores. Si me interesa que se pueda aprender de ellos. En eso me reconozco exigente.

Creo en esta fórmula, y más aún cuando veo que, sin presionar ni haciendo las cosas “como yo las haría”, los resultados han sido notables. Aprenden ellas y aprendo yo. Buenísimo. Sobretodo cuando en otro Libro Clásico de Confucio me encuentro con lo siguiente: “Lo oí, y lo olvidé. Lo vi, y lo entendí. Lo hice, y lo aprendí”.

Tercera experiencia y, preliminarmente, última. El miércoles recién pasado salí a almorzar con un amigo. En la conversación salió el tema del liderazgo y el talento. No entraré en los detalles de la conversación, pero el aprendizaje es que todo talento es una responsabilidad. En primer lugar, una responsabilidad consigo mismo. En desarrollar los propios potenciales y superar los propios umbrales mentales. En ser lo que las propias posibilidades nos permitan ser.

En segundo lugar, el talento es una responsabilidad hacia otros. Con esto, me refiero a que el propio crecimiento y desarrollo no está completo, si en ese proceso no se logra que otros nos acompañen. La propia voluntad de alcanzar la realización debe motivar e incentivar a otros. Debemos ser capaces de, a través de nuestros talentos, inspirar a otros. La pasión de lo que hacemos debe apasionar a otros, para permitirnos apasionarnos con otros.

Hoy por hoy, ese es mi desafío. Aprender y permitir aprender. Crecer y dejar crecer. Desarrollarme y abrir posibilidades de desarrollo. Como Confucio, quien a través de su búsqueda permitió el desarrollo de Kung- Li y Mencio, sus “discípulos”, y a través de quienes hoy conocemos las enseñanzas del Sabio.

Thursday, October 30, 2008

No sólo Pitbulls...también Bielsas!

Estas últimas dos semanas han estado teñidas por definiciones relevantes respecto a mis dos proyectos más importantes, así como por largas, reveladoras y entretenidas conversas con Pato.
Estas conversaciones, así como las definiciones que hemos tomado, tienen factores comunes que me han confirmado varias intuiciones, que siento se decantan cada vez más. El hilo conductor: necesitamos Bielsas y no Acostas.
Le tengo respeto al Pelao: suerte, capacidad o lo que sea, igual nos llevó a un Mundial. Pero sus herramientas y recursos, su "maletín", no permiten la sustentabilidad de los triunfos y éxitos. Cuando el eje de la gestión se centra en "motivar" (lo que sea que eso signifique...), estamos apostando a un recurso poco gestionable, y por cierto, escasamente medible y prolongable. A lo que estamos apostando, en definitiva, es a conseguir el resultado, la meta, o como queramos llamarlo. Pero no le hincamos el diente al proceso que nos llevará a esa meta. En consecuencia, a veces podremos conseguir lo que buscamos, a veces no. No podemos asegurar el éxito, mucho menos afirmarlo sistemáticamente.
No así el Loco, que pone el foco en el proceso que nos llevará al objetivo. Conseguir la meta, será una consecuencia lógica del trabajo bien planificado. Además, si ponemos el foco en el proceso, corremos con la ventaja de poder ir identificando los factores que están produciendo el éxito, así como aquellos elementos disfuncionales para el recorrido que queremos llevar.
Bielsa tiene pifias, y aquí no estamos hablando de un superhéroe ni gurú. Estamos hablando de un tipo que hace bien su pega de "líder de proyecto". Un tipo que identifica recursos donde nadie más, que descubre y expone errores, y retroalimenta a su gente antes de que sea demasiado tarde. Una líder que cree en lo que hace, y lo transmite. Bielsa no deja espacio para el error dos veces cometido, pero si permite equivocaciones o malos desempeños una vez. Si no, preguntenle a Estrada.

Para mí, las lecciones son a grosso modo, dos:
1. El líder tiene que ser coach en el real sentido de la palabra: estar presente, hacer seguimiento, retroalimentar, guiar, convencer, felicitar, reorientar...conocer el desempeño de su gente en la mayor profundidad posible.
2. El trabajo tiene que hacerse bien. No basta tener ideas, hay que llevarlas a cabo. No basta llevarlas a cabo, hay que planificarlas. No basta planificarlas, hay que hacerlo sistemáticamente. No basta hacerlo sistemáticamente, hay que medirlas constantemente. No basta medirlas, hay que capitalizar los aciertos y reorientarlas cuando hay fallas. Y luego...hay que hacerlo de nuevo.

Gran aprendizaje para los que trabajamos en Recursos Humanos. Debemos reconocer que otros ámbitos de la gestión y administración nos sacan tremenda ventaja. Pero se puede: la realidad me lo confirma. Idear, planificar, ejecutar, medir, evaluar, y volver a empezar.
¿Cuándo dejaremos de ser el patito feo si no hacemos lo que corresponde? Aguante Loco!!!

Wednesday, October 15, 2008

Más Pitbull que Mago

A propósito del reciente triunfazo de Chile ante Argentina tuve una a la vez grata y superflua conversación respecto a los grandes valores de Chile. Me llamaron la atención mis elecciones: Medel, Estrada, Contreras...puros perros!
Descubrí que ese el tipo de jugador que me gusta: el que va a todas, el que deja la piel en la cancha, el que moja la camiseta con sangre si hace falta, el que desde la pasión y el esfuerzo inspira emociones expansivas y abre posibilidades mentales.
Quizás ya lo sabía de antes. Después de todo, mi propia experiencia deportiva siempre tuvo más que ver con el esfuerzo y entrenamiento que el ya trillado talento, concepto que ya me suena a lugar común al hablar de deportistas exitosos.
Probablemente me pasa lo mismo en el mundo laboral. Más allá de las propias capacidades intelectuales o relacionales, a veces siento que lo que marca la diferencia es la pasión que le ponemos a lo que hacemos, a ser constantes, a estar siempre ahí, dispuesto para el nuevo desafío, sin importar cuan grande puede ser. Siempre positivo.
El talento también está ahí. Al final, lo que necesitamos no son jugadores que la toquen bonito, hagan rabonas, tacos y cachañas varias. Necesitamos jugadores que vayan para adelante, que logren resultados. Eso es talento: hacer que las cosas buenas pasen. Necesitamos jugadores que crean que es posible, que no les importe que nunca le hemos ganado a Argentina.
Necesitamos a Marco y a Gary en las empresas. Gente que trabaje con convicción y la transmitan. No importa si a veces se equivocan. Lo importante es que consiguen lo que buscan.
Triunfo revelador, que me hace tener cada vez mayor convicción no sólo de que vamos al Mundial, sino que el que trabaja desde la pasión obtiene exitos. Orellana hizo el gol, pero el partido lo ganaron los de atrás. Que inspirador saber que el overol no hay que sacarselo nunca.
Punto aparte para Claudio Bravo, el nuevo gran capitán, que desde la pulcritud, solvencia, calidad y sobretodo humildad ha liderado a un camarín de potenciales estrellitas de barrio y discoteca.
Su ejemplo es decidor: nuevamente, en silencio y desde el trabajo sistemático, genera tranquilidad e inspiración. Gran talento el de Claudio Andrés.
Estos cracks me inspiran. Me emocionan en serio. Me hacen soñar en ser como ellos. En tener esa pachorra, ese atrevimiento bien entendido y esa garra brutal al servicio del objetivo común. No importa si el aplauso es para otros. Ellos están para servir al equipo. Mi aplauso para ellos.
Lo cierto es que cada día obtengo mayores certezas de que soy más Pitbull que Mago. El overol me queda bien.

Emociones

Les dejo algo que escribí hace poco, pero pasó hace ya más de un año.

“Y llegó el gran día del debut. Llega ese día por el cual estuviste trabajando tanto tiempo. Te levantas en la mañana a tomar desayuno, y se respira un aire distinto, donde se entremezcla optimismo y tensión. Se habla poco y se piensa mucho. Todos sabemos que anoche costó quedarse dormido, y se refleja en las caras. Conforme pasa el día, la espera se hace interminable. Tratas de dormir siesta, pero no resulta fácil. Sólo quieres entrar a la cancha. A esa cancha que estará colmada de 6000 personas que van a ir a ver si Chile hace algo distinto. Sabes que estarán tus familiares y amigos, que por fin podrán ver cuánto has mejorado.

Nos subimos al bus y vamos rumbo al gimnasio. Antes de salir, un fuerte “Vamos Chile!”. Llegamos y hay gente esperando entrar. Nos alientan y las pulsaciones suben. Entramos al camarín y empezamos a vestirnos para el debut. Los “calcetines de la suerte” y vendajes cabaleros hacen su aparición. Faltan 10 minutos y se escucha a lo lejos un sonoro “Ceachei”. Ahí aparece el miedo. Cierras los ojos y sabes por todo lo que has pasado tu y tus compañeros. Recuerdas todas las horas de entrenamiento. La sangre en las rodillas. Las lesiones, los viajes, las peleas, los esguinces de tobillo y dedos. Y tienes miedo. Miedo de que no valga la pena. Miedo de lesionarte justo ahora, de ir a la banca, de hacer el ridículo, de perder…

Entras a la cancha y el público te recibe con un estruendo. Comienzas a trotar y te sientes pesado. Agarras una pelota y empiezas a soltarte. Las manos transpiran cada vez más. De pronto, ese miedo se convierte en confianza. Confianza en que todo lo que has hecho se va a plasmar en la cancha. “A los peruanos les ganamos”. Comienza el partido y es parejo. De a poco empiezas a sacar ventaja, y de pronto, Chile es un vendaval. Triunfo categórico y por fin respiras. Ahora viene Paraguay, y la definición del paso a semifinales.

Ganamos el primer set, y jugando bien. El segundo se complica y lo perdemos. Tercer set, y la cuenta no nos favorece. Te sacan, y no importa. Ojalá que el Rafa lo haga mejor que yo. Y lo consigue. El cuarto es un trámite y pasamos a semis. Saltas desde la banca a abrazar a tus compañeros. Te acercas al Rafa, que te reemplazo, y lo felicitas. Sientes que este es un triunfo del equipo. No hay sentimiento como ese. El sentimiento es de plenitud y sientes que la alegría te desborda. Quieres abrazar a todo el mundo, y agradecer. Todo es alegría. Te sientas y lo entiendes. Ganamos porque lo pasamos bien jugando. Porque lo disfrutamos. Y cuando lo pasas bien, el juego se convierte en un fluir constante, donde los pensamientos son de optimismo. Te das cuenta que resultó tal como lo habías imaginado la noche anterior. En la cabeza, ya lo habías ganado. Luego, sólo había que transmitírselo al cuerpo. Vamos por las semis.

Al frente, Brasil. Quíntuple campeón mundial consecutivo, ganador de las últimas dos olimpiadas, e invicto en torneos sudamericanos. Le hicimos un partidazo, pero no se pudo. Al final, disputaremos el tercer lugar contra Venezuela.

Sabes que nunca le has ganado a Venezuela, y no importa. Sabes que son jugadores profesionales, y no importa. Ves como con insultos intentan sacarte del partido, y no importa. Vas jugando bien, pero pierdes dos set a uno. En el cuarto, tienes set point y en el quinto sabes que lo ganas. El público no deja de gritar. Es ensordecedor y eso estremece. Ahora si que haces historia. De pronto, un punto extraño y pierdes el partido. Desazón, frustración, rabia. Lo diste todo. Estaba todo dado para cambiar la historia. Y no. Portazo en la cara. No recibirás medalla…

Llegas al camarín y hay compañeros llorando. Los entiendes y compartes el sentimiento. El dolor no es físico. No importan las heridas en los pies, ni la fractura en el dedo meñique. El dolor es del alma. Cierras los ojos y se hace claro. De esto hay que aprender. Estábamos preparados, pero no estábamos listos. De esto hay que aprender. La vida da revanchas, y por eso no me puedo permitir no aprender”.

Sunday, October 28, 2007

Del papel al mundo.

El miércoles recién pasado tuve la oportunidad de asistir a la cena de cierre de las Jornadas Mundiales de Recursos Humanos BBVA. En dicha cena, pude conocer personalmente a los gerentes divisionales de todos los países donde BBVA tiene operaciones, en un ambiente de camaradería que me impresionó. Mientras compartía un exquisito pisco sour con compañeros de trabajo, se acercó al grupo el Director Mundial de Recursos Humanos del Grupo. Conversando con él respecto de los proyectos futuros del banco en el área de gesón de personas, comentó que en todos lados siempre había escuchado grandes proyectos y visto cómo éstos, finalmente, no se llevaban a cabo, o fracasaban. "Ejecutar, ejecutar, ejecutar. No debemos inventar la rueda...debemos hacerla girar", me dijo.

Me quedó dando vuelta esa idea, y no dejo de encontrarle fundamento. ¿Cuántas veces no hemos tenido una idea brillante que ha quedado ahí? ¿En cuántas ocaciones no nos hemos entrampado en cómo llevarlas a cabo?

Aquí no quiero ser mal interpretado. No TODO es gestión. La idea, y el diseño, son absolutamente claves y necesariamente coherentes con la gestión posterior. Lo que intento proponer es que por muy brillantes que sean algunas ideas, o muy innovadores los diseños, en el papel o el powerpoint no nos sirven de mucho.

En las empresas, este dilema a veces se acentúa aún más, sea por temas presupuestarios, de competencias, políticos...entre varios otros. Las jornadas de planeación estratégica, los comités presupuestarios o la utilización de herramientas como el Balanced Scorecard no son más que metodos para hacer que las cosas ocurran.

Pero, ¿qué podemos hacer cada uno en el día a día para que las cosas ocurran? ¿Cómo podemos gestionar nuestro propio trabajo para llevar a cabo lo que la organización requiere? ¿Qué herramientas poseemos?

No tengo dudas de que aquí las implicancias de las competencias técnicas, relacionales y personales son inmensas. Las competencias técnicas tienen que ver con el diseño de los proyectos, con el "craneamiento" de lo que se espera hacer y de lo que requiere la organización. Implica "escuchar" las neceaidades de la gente y la organización con empatía, que permita generar climas de confianza y horizontalidad que sirvan como base para hacer propuestas sólidas , con indicadores medibles. Así hemos estructurado el diseño; ahora, todo es relacional. Partamos de la base de que tenemos que lograr que mucha gente se comprometa con el proyecto. Nada fácil, sobretodo en empresas muy grandes, donde todo ocurre a niveles más burocráticos y fuertemente teñidos por políticas internas y "manejos de muñeca". Si no somos capaces de transmitir nuestro proyecto con pasión y convencimiento, nuestra bella idea quedará ahí, y el esfuerzo del diseño, en el picador de papeles.

Pero, como ya se ha podido vislumbrar, tiene que ver en esencia con competencias personales. Las mejores ideas son aquellas que encarnamos, aquellas que hacemos propias y en las que creemos desde lo profundo...si estamos convencidos en nuestra idea, el diseño será un paso lógico y dúctil. Ahora lo rudo: conseguir implementarlo. Como dicho, no basta con que el proyecto sea un gran proyecto, no importa que desde el punto de vista técnico sea innovador o solucione problemas actuales o futuros. Lo importante es que el resto, y no sólo aquellos que toman la decisión final, también lo crea.

Lograr comprometer a la organización, o partes de ella, con determinados proyectos, es la única y gran forma de que las cosas ocurran. Ello implica más que competencias técnicas. Implica sobretodo, competencias relacionales y personales. Implica saber cómo "vender" el proyecto. Implica generar compromisos de colaboración. Implica, finalmente, ejercer un liderazgo transversal, teniendo claro cuál es nuestra área de influencia e impactando sobre ella. Tenemos que hacer que cada vez más y más gente se vaya aproximando desde las periferias hacia el centro del proyecto.

Tengo la intución absoluta que así debe ser...aunque aún estoy viendo cómo lo hago...

Tuesday, October 16, 2007

PPS (Personal Positioning System)

Este artículo pretende ser una definición del PPS que, entre humor y "seriedad", no es más que un breve e inicial intento de consolidación de un tema que se ha ido creando entre muchos. Por poseer ese carácter, he decidido omitir las citas y referencias, provengan de donde provengan. El fondo ha sido creado entre varios; la forma, extraída de definiciones de GPS. Ahí va...


El sistema PPS (Personal Positioning System) o Sistema de Posicionamiento Personal es un sistema de posicionamiento del ser, que calcula la posición de la persona gracias a la información recibida desde satélites en órbita alrededor de la Persona. Consiste en una red de 4 satélites, propiedad de cada individuo y gestionada por sí mismo, que proporciona un servicio de posicionamiento para el pasado, presente y futuro.
Cada uno de estos 4 satélites, situados en distintas órbitas cohesionadas entre sí, transmiten ininterrumpidamente información al usuario, si éste es capaz de manejar correctamente el equipo.

COMO FUNCIONA UN RECEPTOR PPS

Como hemos dicho, el PPS se basa en 4 satélites, cada uno de los cuales recibe datos diferentes. Uno recibe datos de corporalidad, otro de espiritualidad, un tercero de emocionalidad y el cuarto, información de lenguaje. Estos cuatro satélites, en coherencia, genera parámetros generales sobre la ubicación y la operatividad de cada individuo en relación al resto de individuos de la red; esta información puede ser recibida desde cualquier estimulo, interno o externo, y una vez que el receptor PPS tiene la información del último recibido, sabe donde ubicarse en el espacio. Cuando el receptor ha captado la señal de los 4 satélites calcula su propia posición en la Tierra mediante la triangulación y estado de coherencia de la posición de los satélites captados, y nos presentan los datos de Pasado, Presente y Futuro calculados. En otras palabras, permite a usuario ubicarse en el mundo de forma concreta y profunda, teniendo antecedentes confiables, dados por los satélites, de lo que fue, es y será, así como de los pasos que debe seguir. La coherencia entre los satélites entrega el camino, y tomarlo es decisión del usuario.
Los receptores PPS pueden recibir, y habitualmente lo hacen, la señal de más de los cuatro satélites para calcular su posición. Sin embargo, si no existe gestión del propio equipo, el receptor tiende a asimilar mayor información de un satélite que de otro, o bien, deja de recibir información alguna. En principio, cuantas más señales recibe, más exacto es el cálculo de la posición. El equipo puede irse formateando cada cierto tiempo con el software” ¿Dónde estoy? ¿Qué me está pasando?”.
Teniendo en cuenta que la concepción inicial de este sistema era hacer un uso personal del mismo, debemos señalar que los receptores que podemos encontrar en el mercado son para uso propio, y que éstos quedan sujetos a una degradación de precisión que oscila dependiendo de la renovación que la persona haga del propio receptor. Esta degradación queda regulada por el Programa de Disponibilidad Selectiva del usuario y, como hemos indicado antes, introduce un error en la transmisión de la posición para los receptores de uso poco frecuente.
Aún así, los últimos desarrollos tecnológicos han permitido introducirle un crack que permite que el sistema de posicionamiento personal sea extendible a otros usuarios, mediante la metodología conocida como “lo que es adentro es afuera”, mecanismo según el cual la coherencia satelital se replica en órbitas cercanas al usuario. De esta misma forma, en el futuro se espera que desde un solo receptor/usuario, la coherencia satelital pueda alcanzar sociedades enteras. Aún así, ya existen antecedentes de replicación grupal (véase MPO).

VENTAJAS DEL PPS RESPECTO A LOS SISTEMAS HABITUALES DE ORIENTACIÓN (RACIONALIDAD, POR EJEMPLO)

En síntesis, podemos entender el PPS como un sistema que nos facilita nuestra posición en la Tierra y nuestra actitud frente a ella, con una precisión casi exacta, incluso en condiciones muy adversas.
Es muy importante entender que el cálculo de la posición y la actitud no se hace a partir de los datos de sensores externos (los satélites son personales), ni con incluso los más sofisticados equipos racionales, sino que se hace a partir de los datos que nos envía esta constelación de satélites en órbita que, a pesar de ser simples como satélites , nos proporcionan la fiabilidad de hacer uso de la tecnología más sofisticada y precisa de la que el hombre dispone actualmente, aún cuando gran parte de la humanidad no laconoce, o no sabe que la tiene..Además, todos los PPS's incorporan funciones de navegación realmente sofisticadas que nos harán cambiar nuestro concepto de la orientación. Por ejemplo, podemos elaborar nuestras rutas sobre metas, registrando en el dispositivo los puntos por los que queremos, o debemos pasar y, sobre el terreno, activando esa ruta, una sensación (Sensación sentida, para algunos teóricos) nos indicará si estamos sobre el rumbo correcto o nos estamos desviando en alguna dirección; o utilizar la misma función en rutas reversibles, es decir, ir registrando puntos por lo que vamos pasando para luego poder volver por esos mismos puntos con seguridad. Con todos estos datos, además podemos deducir la velocidad a la que nos estamos desplazando con exactitud, mientras mantenemos nuestro rumbo en línea recta, o deducir la velocidad a la que nos hemos desplazado si registramos todos los puntos de cambio de rumbo . es decir, una serie de funciones muy útiles e interesantes que podemos ir descubriendo al utilizar estos dispositivos.

CONCLUSIÓN

En síntesis, podemos decir que la tecnología pone a nuestra disposición un sistema para situarnos en el mundo realmente sofisticado, y enormemente útil si sabemos utilizarlo. Aunque nos pasa desapercibido, gracias a avances como este podemos desplazarnos de un estado presente a otro futuro de manera confiable y armónica, siguiendo la guía personal que nos entrega el receptor y conjugador de la espiritualidad, el lenguaje, la emocionalidad y la corporalidad.

Sunday, September 30, 2007

Amigos....

Arriesgado comentario. Pero voy igual, porque tengo ganas. Quiero, a través de este espacio, dedicarle palabras a mis amigos. Arriesgado, pero seré sincero. Voy a escribirles a los que en este momento siento expresarles algo. Es arriesgado también, porque probablemente no pueda expresar los sentimientos tal como quisiera.
A los no nombrados, mis disculpas...no dejo de quererlos. Pero siento escribirles a los que siguen...ah! y para los fijados...el orden es aleatorio.

-o-

Carlitos: mi gran compañero en esta vida. Compañero de puesto desde tercero básico, compañero en el club, compañero de campamento y compañero de selección. Debe ser la persona más íntegra que conozco. Siempre presente, en buenas y malas. En todas. Comprometido.

Rolo: amigo desde hace menos tiempo, pero no por eso menos intenso. Tipo sincero, directo y espontáneo. Siempre me dice las cosas por su nombre, y eso habla de su interés por mi bien. Honesto.

Denver: la voz de la experiencia. Guía en momentos complicados. Sea como sea, y esté pasando lo que esté pasando, siempre busca el tiempo para estar presente, no sólo fisicamente, sino que tambien en el pensamiento. Maestro.

Batacho: quizás el mejor amigo que se puede tener. Es imposible sentirse desagradado cuando está presente. Cuando hablo con él, siempre me siento escuchado. Un amigo con historia, presente y futuro. Afectuoso.

Waldo: partner. Toda conversación con él deja algo para pensar. Con y gracias a él, he crecido mucho. Todo es aprendizaje. Ha sido compañero de diversión y voz de conciencia. Repito: partner.

Gunder: comprometido con sus amigos a más no poder. Es capaz de dejar todo por un amigo, sin importar fecha, hora o circunstancia. Conversar con él es estimulante. Transmite fuerza y valentía. Energía.

Memo: un grande. Verlo crecer ha sido inspirador. Me siento orgulloso de ser amigo de una persona con la valentía y fuerza que tu tienes. Tipo emotivo, sentimental y profundo. Hace rato no hablamos! Fortaleza.

Mabel: segunda madre. Sincera, intuitiva y guía. Perceptiva, capaz de identificar mis recursos y debilidades, y me las dice. Me "lee" con sólo una mirada. Me impacta tu capacidad de entregar amor. Para mi, un ejemplo. Besitos para ti y las guaguis. Pulcra....jaja...no: comprensión.

Raimundo: una de las grandes personas que conozco. Impacta su capacidad de generarse espacios para crecer. Valiente. Siempre me has apoyado e incentivado a desarrollarme. Siempre un "eres capaz!". Gracias por la confianza que me inspiras. Presencia.

Delé: gracias a él he aprendido que hay que hacerle caso a lo que se siente. Da gusto ver cómo ha desarrollado sus destrezas, y su interés por hacer las cosas bien, sin importar el costo. Transmites pasión y convencimiento. Tipo honesto a ultranza. Sincero.

Bea: comprometida, esforzada y apasionada. Un sentido del humor fascinante. Proactiva y capaz. Valoro la confianza que me entregas, y tu compromiso por los amigos, sin importar la distancia. Entrega.

Ignacio F.: partió como "ídolo", siguió como guía, y hoy es amigo. Pero se ha mantenido la inspiración que me entrega como eje. Quizás la persona más apasionada que conozco, vibra con lo que hace, entrega visión y aprendizaje. Has sido la luz de mis últimos desarrollos. Pasión.

Felipe Landa: conversamos poco, pero profundo y abiertamente. Me has ayudado a abrir la mente, a buscar donde antes no lo hacía. Me impacta tu profundidad y sentido. Un genio de la sensación y la emoción. Autoconocimiento.

Karen Araneda: una vocecita en el camino. Una sonrisa que levanta, una emoción que impresiona y una comprensión que impacta. Conversar contigo ha sido siempre reestructurador.Ternura.

Wednesday, September 26, 2007

Cambios...(aunque ni tanto)

Y terminó el sueño. Después de cerca de 400 entrenamientos, 3 meses lejos de los más queridos para estar en 6 giras internacionales donde jugamos 40 partidos amistosos, y 5 días de campeonato sudamericano, no más voleibol "semiprofesional". Se acabó la exigencia deportiva, todo el stress que conlleva, incluyendo el desgaste físico. De que valió la pena, claro que la valió. De que cumplí el sueño de jugar en mi propio país, representándolo frente a un gimnasio completamente lleno, lo cumplí. Después de tanto tiempo jugando, pude cantar mi himno junto a todo el público. Una experiencia única, indescriptible. Emocionante.
Al día siguiente, sensación de vacío. Decido ir a hacer pesas, no por gusto, sino que para "hacer algo".

Mediodía, llamado telefónico. En la tarde, entrevista de trabajo. Eso hace 15 días.

Y terminó el voleibol, y empieza el trabajo. Adiós largas horas de gimnasio, y bienvenidas largas horas de oficina. Chao zapatillas, hola corbata. Hasta siempre CAR, nos vemos pronto, BBVA.

El 1 de octubre parto con la pega. Un proyecto desafiante, novedoso, complicado y que exige mucho trabajo, pero que a la vez me exigía renunciar a otros proyectos interesantes. Bah...¿coincidencia? Parto un nuevo desafío, muy distinto al deportivo, pero a la vez tan parecido.

Parecido en lo que se refiere a exigencia, a esfuerzo, a compromiso personal y colectivo. Muy similar en cuanto a las altas expectativas que me planteo. Siempre he dicho que hacer deporte de alta competencia es una enseñanza de vida, pero nunca lo había tenido tan claro como hasta ahora. En esencia, deporte competitvo y trabajo son lo mismo.

Por eso estoy tranquilo, porque siento que la transferencia de un lugar a otro será más fácil, más dócil. Se lo que me puedo exigir, se lo que el resto espera de mí, y se lo que cuesta conseguir lo que se quiere. He aprendido a sacar lo mejor de cada uno, incluyendome. He aprendido, en la cancha, lo que es la frustración y la pena. He conocido el júbilo del triunfo y la amargura de la derrota. En la cancha, me he sacrificado para que otros obtengan un mejor rendimiento. Y he sentido la tristeza de haberle fallado a compañeros. Siento que esas cosas no se aprenden en cualquier lado.

Estoy con muchas ganas de empezar. De conocer nuevas personas y de lograr grandes cosas junto a ellos. Es momento de cambios. De empezar nuevos desafíos. De demostrarme otra vez de qué soy capaz. De redescubrir mis fortalezas y volver a analizar lo que me falta. Es más de lo mismo, pero distinto. Es momento de cambios, aunque ni tanto...